LA CAPACIDAD
Por tanto, el que tiene capacidad de obrar puede
realizar válidamente actos jurídicos.
La capacidad de obrar se presume mientras no se
destruya judicialmente por sentencia firme que prive al sujeto de tal
capacidad.
INCAPACIDAD
Es la carencia de capacidad de obrar o grado
mínimo de la capacidad de obrar, lo que determina que es otra persona (el
representante legal) quien ejercita en nombre del incapaz los derechos y
obligaciones de los que es titular.
La incapacitación es la privación de la capacidad
de obrar a una persona física, en principio capaz, por sentencia y por las
causas fijadas por la Ley (Art. 199 CC). Por tanto, la declaración de
incapacidad queda reservada a un pronunciamiento judicial por sentencia tras un
procedimiento en el que haya existido cumplida demostración de la deficiencia y
su alcance (SS. 28 de junio de 1990 y 19 de mayo de 1998) mediante pruebas
concluyentes y rotundas.
Esta privación puede ser total o parcial,
alcanzando bien a todos los actos jurídicos o bien a algunos en concreto.
La incapacitación no significa necesariamente
carencia total de juicio en el incapacitado. También puede ser ausencia parcial
de éste (menor discreción de juicio que la media), o ausencia del juicio preciso
para ciertos actos considerados comúnmente de mayor trascendencia.
CAUSAS DE INCAPACITACIÓN (Art.
200 CC)
“Son causas de incapacitación las enfermedades o
deficiencias persistentes de carácter físico o psíquico que impiden a la
persona gobernarse por si misma”
En su consecuencia, son tres las deficiencias que,
en términos generales, originan la incapacitación:
1.- Alteraciones o deficiencias
psíquicas o mentales
2.- Alteraciones o deficiencias
físicas
3.- Alteraciones o deficiencias
psico-físicas.
STS 31 de diciembre de 1991:
En términos generales hay que referir las deficiencias a aquellos estados en
los que se da un impedimento físico, mental o psíquico, permanencial y a veces
progresivo que merma la personalidad, la deteriora y amortigua, con efectos en
la capacidad volitiva y de decisión, incidiendo en su conducta al manifestarse
como inhabilitante para el ejercicio de los derechos civiles y demás
consecuentes.
Ahora bien, debe tenerse en cuenta que la
enumeración legal no constituye un numerus clausus. Lo imprescindible es que
concurran dos circunstancias determinantes:
A.- La incapacidad de
gobernarse por si mismo.
El autogobierno es la
idoneidad de la persona para administrar sus intereses (materiales y morales)
y, por ende, la guarda de la propia persona. Desde el punto de vista médico el
autogobierno tiene tres dimensiones: la patrimonial (autonomía e independencia
en la actividad socioeconómica), la adaptativa e interpersonal (entendiendo por
tal la capacidad de afrontar los problemas de la vida diaria en la forma y
manera que sería de esperar para su edad y contexto sociocultural) y la
personal (en el sentido de desplazarse eficazmente dentro de su entorno,
mantener una existencia independiente en relación con las necesidades físicas
más inmediatas, incluyendo alimentación, higiene y autocuidado). Aplicando este
criterio se ha declarado la incapacidad de quien teniendo inalteradas sus
facultades volitivas, no podía comunicarse con el exterior sin ayudas
especiales.
B.- Persistencia de las causas que determinan tal
imposibilidad. Los trastornos cíclicos se consideran persistentes a estos
efectos.
PROCESO DE INCAPACITACIÓN:
Toda actuación jurídica en este ámbito debe estar
presidida por el principio de protección de la persona discapacitada
Como en toda la materia del ámbito de derecho de
familia, rige un interés público, pues la cuestión afecta al estado civil, a
consecuencia de lo cual:
·
No rige
totalmente el principio dispositivo.
·
Pueden
acordarse de oficio pruebas y el órgano judicial no está vinculado por las
peticiones de común acuerdo o los acuerdos alcanzados por las partes, ni
tampoco deben considerarse los silencios o respuestas evasivas como admisión de
los mismos.
·
No se aplican
las reglas relativas a la fuerza probatoria tasada de los medios de prueba (art.752
LEC): el tribunal no estará vinculado en estos procesos, a las disposiciones
generales de la misma LEC
en materia de fuerza probatoria del interrogatorio de las partes, de los
documentos públicos y de los documentos privados reconocidos.
·
Indisponibilidad
del objeto del proceso (Art. 751 LEC), no cabe renuncia, allanamiento ni
transacción y el desistimiento requiere conformidad del Ministerio Fiscal.
·
Intervención
preceptiva del Ministerio Fiscal, en defensa de la legalidad o el interés
público (promoviendo la incapacitación) o actuando en defensa y representación
del presunto incapaz cuando éste no actúa con una defensa y representación
propia.
Intervención del Ministerio Fiscal:
En este tipo de procesos el Ministerio Fiscal interviene de cualquiera de
las siguientes tres formas:
·
Como promotor
de la declaración de incapacidad (cuando los parientes no existan o no hayan
interpuesto demanda). En este caso el Juez habrá de designar un defensor
judicial del presunto incapaz (207 CC y 758 LEC).
·
Como
representante y defensor de presunto incapaz, cuando este no comparezca con su
propia defensa y representación. (758
LEC).
·
En defensa de
la legalidad y del interés público, en los demás casos.
Postulación:
Es preceptiva la intervención mediante Abogado y Procurador (750 LEC).
Procedimiento (753 LEC):
Se remite la LEC a los trámites del juicio verbal (Art. 437 a 447 LEC) con ciertas peculiaridades:
·
Contestación
a la demanda en plazo de 20 días.
·
Práctica de
determinada pruebas preceptivas (759.1 LEC):
o
Oír a los
parientes más próximos del presunto incapaz. No existe una predeterminación del
grado de proximidad de los parientes (quizá debería entenderse que se trata de los de grado más cercano entre los existentes en cada caso). No es una prueba testifical. Se trata de un
interrogatorio del propio juez, sin sujetarse a ningún formalismo específico.
Cabe preguntarse si entre estos parientes a oír deben entenderse comprendidos
los que hayan formulado la demanda de incapacidad.
o
Examinar al
presunto incapaz por sí mismo. Es un reconocimiento judicial de la persona del
presunto incapaz. Se trata de que el juez haga una valoración personal del
estado del demandado.
o
Acordar
dictamen pericial médico. No basta con el que haya podido aportar la parte
instante. El Juzgado debe acordar de oficio un informe que, en muchos casos,
practica el médico forense.
La inobservancia de estas diligencias determina la
nulidad de actuaciones, según reiterada jurisprudencia, pues son preceptos con
alcance constitucional al referirse a litigios que afectan al derecho
fundamental al desarrollo de la personalidad, proclamado por el artículo 10 de
la Constitución española.
El examen personal del presunto incapaz se impone
no solo al Juez de Primera Instancia sino también al Tribunal de apelación si ése
formulase tal recurso. La inaplicación del precepto conllevará la nulidad de
actuaciones.
·
Pueden
acordarse de oficio todo tipo de pruebas (Art. 752.1.2º LEC).
Sentencia:
Se trata de una sentencia constitutiva con efectos
ex nunc, de tal forma que la situación de incapacidad tan solo se inicia a la
fecha de la firmeza de la sentencia, sin ningún efecto retroactivo, conforme a
reiterada doctrina jurisprudencial.
La sentencia constituye al sujeto pasivo en estado
civil de incapacitado.
La sentencia debe realizar determinadas
declaraciones:
·
Determinar
los límites y extensión de la incapacidad.
·
Determinar la
necesidad o no de internamiento. Puede acordarlo ex novo o bien pronunciarse
sobre la continuidad del que con anterioridad se hubiere decretado.
·
También debe
determinar el régimen de tutela o guarda a que haya de quedar sometido el
incapacitado.
En el caso de menor de edad la patria potestad se
prorrogará al llegar a la mayoría de edad, por ministerio de la Ley. En el caso
de mayor de edad que convive con sus padres, se rehabilita la patria potestad
sobre el incapacitado.
Tutela, cuando la incapacidad es de grado máximo
(pues el tutor representa al incapaz en todos los actos y negocios jurídicos) y
curatela cuando es de grado mínimo (en cuyo caso el incapacitado tan solo
necesitará la asistencia del curador –no su representación- en los actos y
negocios concretos que de modo expreso señale la sentencia.)
·
Nombramiento
de tutores, curadores o personas que asumen la guarda.
Si se hubiera solicitado, la sentencia puede
autorizar la esterilización del incapacitado por grave deficiencia psíquica,
cumpliendo siempre todos los requisitos del art. 156 CP (que excluye la
punibilidad de tal actuación si se cumplen sus previsiones).
En la práctica, rara vez existe un pronunciamiento
sobre la incapacidad para el ejercicio del sufragio, que requiere una
declaración especial (LO 5/1985, de 19 de junio, art. 3.1.b.)
En caso de silencio, el incapacitado continuara
gozando de tal derecho, tanto activo como pasivo.
VALIDEZ DE LOS ACTOS DEL INCAPACITADO:
A.- Actos anteriores a la
demanda de incapacitación:
Como regla general, los actos del incapacitado
anteriores a la demanda son válidos, salvo que se acredite la falta de
capacidad natural al tiempo de realizarlos.
Si se acredita la falta de aptitud mental del
incapacitado los actos serán nulos de pleno derecho por inexistencia de
consentimiento válidamente prestado. Si la falta de conciencia y voluntad no es
tan absoluta, el negocio jurídico será entonces anulable, por defecto de capacidad
(1.300 y ss CC).
En todo caso, no se trata de una proyección
retroactiva de la incapacidad, sino de la aplicación de las normas generales
sobre la validez del consentimiento.
B.- Entre la demanda y la
sentencia de incapacitación:
Salvo que se hayan tomado medidas cautelares, el
régimen jurídico de los actos es idéntico al anteriormente expuesto, aunque la
demanda se encuentre en trámite.
C.- Tras la sentencia de
incapacitación:
·
En la
incapacitación total el acto o negocio jurídico será anulable por defecto de
capacidad. Ahora bien, si el incapacitado carece totalmente de conciencia y
voluntad se trata en tal caso de una inexistencia del negocio jurídico.
·
Si la
incapacitación es parcial en el sentido de que se extiende a ciertos actos no
se produce inexistencia del negocio, sino anulabilidad. Si la incapacitación es
parcial en el sentido de exigir del incapacitado un complemento de capacidad
prestado por su curador, el acto realizado sin tal complemento provoca también
la anulabilidad.
Actos personalísimos del incapacitado:
Tales actos quedan fuera del ámbito de la representación del incapacitado.
Puede realizarlos válidamente si su estado mental se lo permite. Son tres
los supuestos típicos:
·
Matrimonio:
El Art. 56 CC exige dictamen médico sobre la aptitud para contraer matrimonio,
pues la falta de tal aptitud puede dar lugar a la nulidad (Art. 73.1 CC).
·
Testamento:
el Art. 663 CC exige también aptitud mental para otorgarlo y en caso de
incapacitación, el Art. 665 CC prevé dictamen médico para garantizar que
concurren la conciencia y voluntad mínima para otorgarlo.
·
Reconocimiento
de hijo extramatrimonial: el Art. 121 del CC exige aprobación judicial.
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